Buscando unas viejas gafas llegué al
purgatorio de las almas, en donde existe una oficina de objetos
perdidos.
Había un enorme cartel de advertencia
con una lista de objetos irrecuperables en donde podía leerse;
Objetos irrecuperables ¡No insista!
La confianza
La fe
Los amores viejos
Canicas y billeteras con dinero
Encendedores de bolsillo y billetes de
lotería premiados.
Mas abajo estaba la lista de objetos
recuperables, sus tarifas, instrucciones y condiciones;
Gafas: una limpieza profunda en su
lugar de trabajo, una medida de atención y por supuesto; ¡unas
gafas nuevas para poder ver lo que busca!
Monedas;
Voltear sofás y sillones y meter la
mano concienzudamente entre las rendijas.
Cucharas, cucharillas y tenedores;
Buscar en el caos de la habitación de
los chicos incluyendo debajo de las camas.
Llaves, tijeras, gomas de borrar y
tarjetas bancarias;
No os preocupéis, (ya aparecerán
cuando no las necesitéis)
La lista se extendía en el cartel,
pero la que mas me llamó la atención fue una que decía;
Unicornios perdidos:
Cien mil o un millón, si lo ha perdido
ayer, ¡pasadas 24 horas la empresa no se hace responsable de la
tenencia irresponsable de animales exóticos!