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jueves, 26 de noviembre de 2015

Vocación



Había tiranos blandos, había tiranos duros
Había tiranos claros y otros oscuros
Había tiranos cerca, había tiranos lejos
Había tiranos jóvenes y otros viejos
Había tiranos jueces, había tiranos verdugos
Y había pueblos sonrientes que se apretaban el yugo

Había tiranos vivos, había tiranos muertos
Había tiranos dormidos y otros despiertos
Había tiranos excéntricos, había tiranos formales
Había tiranos de facto y constitucionales
Había tiranos serios, había tiranos sonrientes
Había tiranos caducos y otros vigentes

Había tiranos de hoy, había tiranos de siempre
Había tiranos casuales y otros de vientre
Había tiranos a plazos, había tiranos fijos
Había tiranos con plata y otros mas ricos
Había tiranos grandes, había tiranos chicos
Y había quien protestaba y quienes cerraban el pico

Había tiranos análogos, había tiranos virtuales
Había tiranos antiguos y otros actuales
Había tiranos veloces, había tiranos lentos
Había tiranos pausados y otros violentos
Había tiranos de noche, había tiranos de día
Y había una gran vocación por la tiranía


miércoles, 25 de noviembre de 2015

Bubble ma



Así fue como “Bubble man” se marchó un próximo lunes cualquiera. Cogió sus cosas y se largó a la ruta camino de Irún, llevando la luz de una ciudad oscura a sus espaldas y un saco de miradas desconfiadas que le iban pisando sus mil talones de Alquiles.
Se fue cantando en una burbuja a pedales grande como un corazón de niño que nunca aprendió francés. Se fue silbando en ingles con marcado acento polaco una canción que hablaba de España.
Quien sabe si vuelva, quien sabe si encuentre al final del arcoiris una calle peatonal que tenga en su centro una marmita repleta de monedas.
Quien sabe al final del camino el viento del norte le sople un secreto al oído y afirme la redondez de la tierra en una pompa gigante que limpie este mundo.
Quien sabe si yo mañana me pierdo en la ruta en una burbuja, sin mapa y sin brújula preguntando una a una a la gente por el camino mas largo para llegar a Jauja.


jueves, 12 de noviembre de 2015

Y punto


Al gran payaso poeta Manuel Escobar (Tilusa) que iluminó con su voz y su lucha las noches de Santiago en aquellos tiempos duramente humanos.

¡Y punto!

Si hubiera una calle llamada “Tilusa”, quien sabe podría andar hacia atrás y endulzar las migajas del hombre de las palomas, podría poner mi voz para espantar al olvido y olvidar los temblores de la noche oscura con una nariz de payaso ¡y punto!
Podría cantar en las Madrugadas de ayer sin ver quien me sigue para anotarme en su lista de muerte.
Si hubiera una casa llamada “Kamarundi” dibujaría ventanas por todos lados para entrar y salir sin permiso, para hablar y cantar a las claras con estribillos que todos canten y beberme la vida al calor de un vino navegado. Podría volver regresando a casa por cien pesos con cien besos guardados, contando con que se pudiera contar con el futuro de ayer.
Si hubiera una calle llamada “Tilusa”, me enjugaría una lagrima que me quedó pendiente y regresaría cantando por “independencia” con la cara pintada, sin llevar las angustias ni los miedos en el carnet , sin llevar los temores y las prisas envueltos en mis zapatos.
Si Hubiera una casa llamada “Kamarundi” la llenaría de saludos escritos en las paredes, la llenaría de guitarras cantantes y sonantes, a media luz, a media voz, ¡Y punto!