Las brasas del cigarrillo brillando en
la oscuridad como una estrella moribunda. Una segunda cerveza mas
corta que la sed de la madrugada y mas fría que la inmensidad del
espacio.
Me visto despacio y camino buscando el
camino, cuento las monedas para pagar a Caronte y apunto al
horizonte. Norte sur, este oeste, a cara o cruz y a quemarropa. .
Me cuelgo de la cola de un cometa
camino del paraíso perdido, te cuento cosas al oído que nunca
escucharás y deshago la maleta como si me estuviera marchando otra
vez.
Finalmente cuando regreso no se si no
estoy mas que yendo hacia otro lugar.
Te muestro una roca lunar, un anillo
invisible que me encontré en Saturno y el ojo nocturno que mira el
lado oscuro de la luna.
Me callo la nueva canción que aprendí
en un callejón del Camden, una lluvia que me empapó París y el
silbido de un tren que perdí al llegar a una estación de Roma. Te
abrazo en broma, te miro en serio y me tumbo a esperar que sople la
próxima ráfaga de viento.
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