Vistas de página en total

lunes, 14 de marzo de 2016

Citrón cinco y la sociedad perfecta



Cuando llegué a “Citrón cinco” me llamó la atención lo funcional que resultaba esa sociedad. Después de recorrer el cosmos encontrando mundos bizarros, me di cuenta de que ese era el lugar mas parecido al paraíso que existía en toda la galaxia. Pero esto no siempre fue así, según me contó el guía que me asignaron. Después de cuatro revoluciones, entre revoluciones sociales, armadas y tecnológicas, llegaron por fin a la solución.
Los citrones vivieron sus guerras y tuvieron que sobrevivir a varios mundos pos-apocalipticos. El mas terrible fue el que sobrevino después de la invención por parte de uno de sus científicos, del virus “antigilipollas”. En su momento se pensó que era necesario, ya que los gilipollas se habían convertido en la inmensa mayoría en el planeta, superando con creces a los cretinos, los que se habían visto mermados antes, por una extraña dolencia que los aquejaba.
Para entonces, los gilipollas copaban casi todo el espectro de la sociedad citronence. Estaban en la política, en los gobiernos, en las administraciones públicas, en los colegios, en las universidades, en el mundo del arte y por supuesto en el mundo del deporte (desde donde parece casi imposible erradicarlos)
El hecho es que un día un brillante científico, desarrolló un virus que afectaba solo a los gilipollas. Al principio pareció mejorar todo, pero a medida que los gilipollas iban desapareciendo, los cretinos comenzaron a ocupar los espacios que estos iban dejando. Por otra parte, algunos gilipollas fueron desarrollando defensas y fueron mutando en cretinos, y como descubrieron después; el gilipollas es amoral, pero el cretino suele ser directamente inmoral.
Le pedí al guía que me explicara la diferencia, este sacó un pequeño esquema en donde pude leer:

Amorales son por ejemplo:
Animales
Zombis
Vendedores de enciclopedias y futbolistas.
Inmorales son en cambio:
Políticos
Clérigos
Banqueros e ingenieros de marketing.
Intrigado le pregunte al ser que hacía de guía- ¿Y como solucionaron el problema?
El extraño humanoide se abrió la chaqueta y me mostró su vientre, en donde se apreciaban luces y circuitos, entonces con voz calmada me explicó- Los exterminamos a todos y los androides ocupamos su lugar.

Salí de Citrón cinco antes de lo previsto, pensando que el paraíso definitivamente no existe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario