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martes, 23 de junio de 2015

Expulsiones masivas


De las veces que en la vida me fue mostrada la tarjeta roja, la mayoría fue por desacato a la autoridad, y casi siempre a causa de un abuso de autoridad,. Alguna que otra fue por abuso de sustancias (casi siempre de bajo octanaje)
Quien haya sido expulsado mas de una vez de instituciones o lugares sabrá de lo que hablo.
La primera expulsión que sufrí, fue en los scouts, si bien me gustaba el rollo ese de los juegos y las acampadas, nunca me entró esa estructura militar, por lo que un buen día el “Akela” me mandó a paseo.
La segunda vez( aunque no fue una expulsión en toda regla, por mas que yo lo sentí así) fue mas o menos a los 12 años. Yo solía participar en el colegio en; los coros, los grupos de folclore y cuanto festival se organizaba. A pesar de que yo tenía buenas calificaciones, por ese entonces comencé a juntarme con los desordenados del curso, un grupo de chicos mayores, la mayoría repitentes o repetidores. La maestra de música (se llamaba esperanza) me tenía en alta estima, pero cuando dejé de participar, me declaró la guerra, casi que me quería obligar a participar de sus movidas, casi chantajeándome. Perdí el interés en su clase y acabé yendo sin cuaderno, un día me sorprendió anotando en una hoja suelta, me llamó la atención y me dio una nota para mi madre (la cual nunca entregué). Un día en un intercambio de palabras me dijo; “señor Pinto, ¡agarre sus cosas y se retira, está expulsado! Mi madre habló con ella y logré conservar la cabeza.
Por esa misma época, viví mi primera expulsión de un cine. Nos escapamos del colegio con un amigo llamado Robespierre. Fuimos a ver una película de terror, el filme en cuestión era tan malo, que comenzamos a partirnos de la risa , el acomodador nos hizo callar un par de veces, hasta que perdió la paciencia y nos sacó de la sala con viento fresco.
La segunda vez que fui expulsado de un cine, fue a los 16 años. Nos auto recetamos el día libre en el liceo, y nos fuimos a ver una película del festival de Woodstock con un par de colegas. Uno de los lindos, no tuvo mejor idea que encender un cigarrillo de “mota”, a los 5 segundos aparece el acomodador furioso y amenazando con llamar a la policía, demás está decir que salimos corriendo los 100 metros planos.
La siguiente vez que fui expulsado, fue del liceo nocturno mas o menos a los 18 años. En aquel tiempo, trabajaba de día y estudiaba de noche. Un día el director de la escuela, me sorprendió fumando un cigarro, el tipo era un ex militar que se hacía el negocio lucrando con la educación. El caso es que me dijo- si no quiere ser expulsado de la escuela, tiene que escribir 100 veces en un cuaderno. “no debo fumar en la escuela”. Yo le contesté de inmediato: ¡De ninguna manera! Cogí mis cosas y me fui.
La última expulsión que recuerdo, fue hace ya mas de 5 años, ocurrió en un bar de Copenague( Dinamarca). Después de salir del barrio hippie de Christiania y tras haber probado un Bob Marley, entramos con mi amigo Mati a un bar a comprar una botella de vino, debo reconocer que yo estaba algo perjudicado, el caso es que en un momento la botella se resbalo de mi mano y se estrelló en el suelo hecha mil pedazos, apareció la encargada furiosa portando una pala y una escoba y me hizo barrer el estropicio. La situación me pareció tan ridícula ( sobre todo después del “Bob marley) que estalle en una carcajada, algunos parroquianos se tentaron de la risa, por lo que la mujer desistió de mi sesión de limpieza y me pidió que me retirara de inmediato, yo proteste pues quería mi botella de vino, a lo que la encargada furiosa amenazó con llamar a la policía.

Como dije antes, la última expulsión fue hace mas de 5 años, desde entonces no he vuelto a ser expulsado; ¿será que me estoy haciendo viejo?

1 comentario:

  1. Las expulsiones son la prueba de que la horma no norma y de que la norma... normalmente es un espacio limitado por quienes pretenden vernos sojuzgados... A decir verdad creo que todos hemos tenido alguna experiencia de expulsión... La última expulsión que viví fue cuando me cogieron y me salieron del Quebec... porque LA CORONA se fonfabulo con el ahora presidente de mi país y me dedique durante tres años de juicio a formar un sindicato de latinos y una agrupación MUR... para unir a mis paisas pa la regularización... esa lección me ha marcado como a un buey y ahora me toca nuevamente LAMER LA YUNTA... mi abuela decía: EL QUE POR SU GUSTO ES BUEY... HASTA LA YUNTA LAME! ya me chin... gue/rra a los pasivos que siempre han vivido dentro de las normas y tienen ya horadada su libertad! QUE CHIDAS LETRAS MASTER SUDAKA!

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