Tenía que haber despegado quien sabe
temprano
Tenía que haber salido con rumbo al
espacio
Haber cruzado despacio la puerta de
afuera del mundo
Pero en un solo segundo se trastocaron
los planes
La llave del baño que no para de
gotear
Se rompió la cerradura, llegó una
factura vencida
Se apagó el ordenador, la lampara no
funciona
Y se acabó hasta el café como si
fuera una broma
El cielo puede esperar, me quedo atado
a la tierra
Como quien marcha a la guerra con un
fusil sin gatillo
Hay días en que los barcos se quedan
sin viento a mitad de camino
Hay otros en que el destino te marca
tarjeta roja
Y te arroja a una cruel existencia de
intentos fallidos
Hay días en que todo va sobre ruedas
Hay otros en que como puedas arrastras
un carro viejo
Y mascas un pan añejo soñando con un
mantel
Hay días en que el papel es la única
salida
A los pensamientos afiebrados
Que brotan desesperados buscando el
umbral de la vida
Tenía que haber salido a medir la
órbita de Plutón
Tenía que haber comenzado una canción
a la lluvia
Tenía que estar en la luna de Júpiter
escribiendo
La bienvenida al invierno
Tenía que haber acabado un poema para
un amor de mentira
Y haber terminado una lira para Nerón
allá en Roma
Pero hay días en que no asoma una
pizca de circunstancias
Que faciliten la instancia de despegar
hacia el cielo
Y levantar algún vuelo con rumbo
desconocido.
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