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lunes, 7 de septiembre de 2015
El afilador
No es que yo esperase ver un hombre arrastrando una enorme rueda cuando escuche el sonido de la zampoña ni mucho menos, pero lo que ocurrió a continuación superó toda mi capacidad imaginativa.
Al escuchar el llamado del afilador mi corazón saltó de sorpresa, recordaba que de niño solía quedar con la boca abierta al ver con que destreza este artesano de la maravilla giraba su bicicleta convirtiéndola en un esmeril, las chispas se me antojaban fuegos artificiales y yo pensaba para mis adentros; ¡ya se lo que quiero ser cuando grande!
Salí corriendo a la calle con un par de cuchillos desafilados al encuentro del pasado, pero grande fue mi sorpresa al encontrarme con una furgoneta que mas bien parecía una nave intergaláctica. El conductor sin articular palabra me señalo una pantalla táctil que emergió de una de las puertas del impresionante vehículo. Quise hacerle una pregunta pero me indicó un cartel que decía; "prohibido hablar con el conductor" y volvió a señalar la pantalla.
En la misma indicaba una serie de alternativas tales como:
A-afilado cuchillos
B-afilado tijeras
Más abajo las formas de pago, una ranura para introducir tarjeta de crédito o débito y finalmente una ranura para las monedas.
Marqué la opción que me interesaba, introduje las monedas y se abrió otro panel en donde introduje el cuchillo. a continuación, salió una luz láser que procedió a darle el filo a la mellada herramienta, cuando un zumbido casi extraterrestre me anunció el fin de la operación saque el cuchillo, acto seguido, se cerraron los paneles, el conductor dio contacto a la nave y subió al cielo para desaparecer entre brillantes luces color naranja.
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