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lunes, 25 de enero de 2016
Candil
Llámame si tu quieres, pero puede que no me encuentres.
Tal vez ande por ahí perdido entre mis infiernos asesinando la memoria del mundo.
Quizás me encuentre bien lejos desdibujando sonrisas, destiñendo los colores del arco iris o dibujando sombras en los balcones.
Llámame si me quieres hablar pero puede ser que me encuentres maldiciendo a la lluvia y al viento, al sol y la luna.
Quien sabe ande por ahí tentando a la muerte, escupiendo a la suerte y a sus designios
Tal vez ande por ahí bebiendo la hiel del espanto, caminando entre las ruinas de las caricias resecas y resucitando a la noche.
Llámame si tu quieres, pero puede que me encuentres sacándole filo al silencio, buscando la soledad profunda para tejerle una funda a la mortaja de mis sueños.
Quien sabe encuentre el camino o me extravíe para siempre entre los callejones
Tal vez me pierda en tu voz o puede que finalmente después de tanta zozobra,
me
vuelva candil para iluminar mis regresos.
jueves, 21 de enero de 2016
London night
Llovía como siempre o como nunca
cuando abordé el “Routemaster” en Seven Sister Rd.
Me persiguió el fantasma de Lennon y
el verdadero hijo del falso Beatle, que me abordó en Camden Town
para pedirme que le liara un cigarrillo.
Una rubísima groupie hacia una tonta
performance cerca de los anarquistas y punks que repartían comidas
y abrazos entre los desgraciados del weekend, y yo saxofón en mano,
partí a buscar a Bob Dylan (que se hacia llamar Jhonny Walker cuando la sed apretaba la garganta).
Después de la división de los
peniques, vino la multiplicación de los panes y los peces desde una
lata de atún, mas tarde la santificación de la noche del viernes
que amenazaba incendiarme la paciencia entre los gritos de los
vendedores y las sirenas policiales que enrarecían el aire.
Aquella noche perdí el GPS, y no fue
si no a la mañana siguiente que conseguí encontrar la ruta que me
sacara de allí en cuerpo y alma. Hasta que al fin conseguí escapar
con mi sombrero de copa y un agujero en el presupuesto.
lunes, 18 de enero de 2016
La Cementera Bunyol y los Portales dimensionales
Existe una hora mágica en que es
posible asomarse a otras dimensiones, dar un vistazo al pasado o al
futuro lejanos, y asomarse por un momento a otros mundos. Claro está,
siempre que se cumplan ciertas condiciones, como por ejemplo; que sea
después del ocaso, y que sea en el estado que se produce entre la
vigilia y el sueño. Pero mejor les contaré las cosas que he visto
en mas de una ocasión.
Después de viajar algunas horas entre
paisajes despoblados,a intervalos irregulares entre bosques de pino y
llanuras resecas. Viniendo desde Madrid a Valencia, al bajar la
enorme meseta que comparte con La Mancha, cerca la ciudad de Bunyol.
Uno de los primeros puntos de referencia que se distingue es la
Cementera de Valencia. Un edificio enorme de formas caprichosas que
recuerda una construcción pos-apocalíptica del futuro.
Visto de noche, es posible imaginar
sobrevivientes asustados observándonos desde sus retorcidos ángulos
entre las luces mortecinas que asoman desde su antojadiza estructura.
Si dejas volar tu imaginación podrás ver como resuma la vida extra-dimensional en sus instalaciones como el
último reducto de la especie humana en el mediterráneo español,
Alguna vez he visto naves aterrizando
en sus patios, y escaramuzas de guerra entre los silos maltrechos. He
visto jirones humanos empuñando armas LASER para defender su bastión
derruido.
Una vez sin ir mas lejos, logré
vislumbrar una banda de mutantes intentando asaltar el edificio entre
gritos salvajes y con la piel colgando que se confundía sus harapos,
con los ojos desorbitados y armados con arcos y flechas y todo tipo
de objetos contundentes.
Sin duda una de las experiencias mas
aterradoras, fue aquella vez que pude oír el sonido ensordecedor de
una sirena, al tiempo que se observaba el destello terrible de un
gigantesco hongo atómico que distorsionaba las sombras del coloso de
hormigón, en tanto el viento nuclear arrasaba la tierra llevando la
vida al límite.
domingo, 17 de enero de 2016
Olvidos y recuerdos
Yo he visto a la cordillera
Cubierta en su manto blanco
Y he visto a mis sueños rotos
Atravesarla de un salto
He visto un montón de ciegos
Pasar sin mirar el mundo
Y correr sin ver hacia donde
Para ganar un segundo
Dejé mi ventana abierta
Para ventilar los besos
Y fui veloz hacia el puerto
Sin billete de regreso
Yo he visto tus ojos claros
Temblando en la inmensidad
Y he visto a la oscuridad
Temblando por su mirada
Negó con sus labios rojos
Aquello que siempre quiso
Y me quitó sin saberlo
Las llaves del paraíso
Yo tuve una despedida
Entre tu seno y tu vientre
Como si fuera la vida
Mordiéndome un para siempre
Al fin se vino la escarcha
Como una espada de hielo
Y me envolvió con su manto
Desde Madrid hasta el cielo
Dejé pasar un momento
Para escuchar los olvidos
Para engarzarme los versos
De esos momentos vividos.
martes, 12 de enero de 2016
A tientas
Volví a quedar sin aliento, sin rumbo
y sin norte buscando los cinco mil dedos que señalaran por donde
seguir. Oí una voz que me dijo- “Bendice a los animales y a los
niños”- y vislumbré una boca con una lengua de celuloide larga
como la esperanza de los pobres.
Era la noche del séptimo día y estaba
oscuro y silencioso cuando pasé escarbando entre los restos de la
creación, llevando por lazarillos a una rana y a un búho.
Seguí a tientas la dirección de mi
tristeza intentando hilvanar en mi memoria las últimas palabras que
me dijiste, o tal ves las que hubiese querido que me dijeras.
Me fui masticando respuestas sin
preguntas y mascullando los nombres que me enseñaste a bendecir y a
maldecir en tanto algunas lagrimas sin rostro lloraban al difunto de
turno.
¿Quien pudiera saber las palabras
correctas que me sacaran de allí?
¿Quien pudiera tocarle el culo a la
muerte y salir huyendo con una sonrisa?
lunes, 11 de enero de 2016
Asteroides y esteroides (Misterios del profesor Tito manija)
Hay
quienes se interesan por la física y otros que se interesan por el
físico.
Dicho
de otra manera: hay quienes se interesan por los asteroides y quienes
se interesan por los esteroides.
Ahora
que; por increíble que parezca, es mas difícil describir
lo que son los esteroides que los asteroides, tomando en cuenta que
quienes se interesan por los esteroides suelen estar mas interesados
en los músculos que en las neuronas. pero veamos de que se trata.
Esteroides:
Los
esteroides son un tipo de compuesto orgánico derivados del (ojo con
la palabrita) "Ciclopentanoperhidrofenantreno" que vendría
a ser algo así como decir; "supercalifragilisticoespialidoso"
que, aunque al decirlo suene enredoso. se trata de una extraña
fusión de carbono e hidrógeno.
Ahora
veamos de que van los asteroides.
Asteroides:
Un
asteroide es un cuerpo metálico o "carbonoso" (vemos otra
vez involucrado el carbono) que orbita alrededor del sol.
Visto
lo visto, parece ser que la frontera química entro lo sublime y lo
mediocre es menor de lo que se pensaba.
Para
terminar, me gustaría contarles una charla que oí en un café entre
un astro-físico y un fisicoculturista( yo antes pensaba que un
fisicoculturista era un físico cuántico al que le gustaba
la opera)
El
astro-físico le advertía a su interlocutor sobre un amigo que había
muerto por los asteroides. entonces el fisicoculturista pregunta-
¿ingirió demasiados?
El
astro físico le contesta- ¡Nooo, le cayó un asteroide en la
cabeza!!
lunes, 4 de enero de 2016
A cuatro vientos
De pronto llegaron los vientos soplando
a cuatro gritos. A cuatro esquinas y a cuatro puntos cardinales, con
todo ese invierno que esquivo no acertaba a darme su estocada con sus
cuatro puñales de hielo.
La lluvia bailaba distante y aun así
olía a sopaipillas, olía a tus ojos cansados y tristes antes de esa
despedida que me partió el corazón.
Salí a buscar tus zapallos convertidos
en calabazas por miedo a que las doce campanadas se llevaran tu
recuerdo y tus manos de alquimista, allá donde las rosas cantan como
violetas.
¿Sabrás que tus niños van por el
mundo blandiendo tu ternura?
¿Sabrás que los vientos que vinieron
del sur me refrescaron los besos?
Habrá que hacer de la lluvia un abrazo
que me dure hasta el final del invierno, en tanto me voy con la
lluvia arrojando poemas al aire para cambiarlos por tus ojos
ausentes.
viernes, 1 de enero de 2016
El primer día
Al medio día del primer día del mundo
pasaron las doce tribus delante de mi puesto de batalla.
Pasaron sonriendo y llevando un manojo
de cantos al son de aquel tímido sol que se asomaba al comienzo del
tiempo.
Al medio día de aquel primer día del
mundo me fui soñando a tierras lejanas, contando conque los vientos
siguieran soplando a favor.
Los vi alejarse en su caravana de
abrazos. Iban montados en sus acordeones y violines, en sus guitarras
y flautas, y antes de perderse de vista me hicieron llegar por el
aire, algunas notas de referencia en la dirección del viento en
donde se encuentra el reverso de la duda y la vida radical.
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