Yo he visto a la cordillera
Cubierta en su manto blanco
Y he visto a mis sueños rotos
Atravesarla de un salto
He visto un montón de ciegos
Pasar sin mirar el mundo
Y correr sin ver hacia donde
Para ganar un segundo
Dejé mi ventana abierta
Para ventilar los besos
Y fui veloz hacia el puerto
Sin billete de regreso
Yo he visto tus ojos claros
Temblando en la inmensidad
Y he visto a la oscuridad
Temblando por su mirada
Negó con sus labios rojos
Aquello que siempre quiso
Y me quitó sin saberlo
Las llaves del paraíso
Yo tuve una despedida
Entre tu seno y tu vientre
Como si fuera la vida
Mordiéndome un para siempre
Al fin se vino la escarcha
Como una espada de hielo
Y me envolvió con su manto
Desde Madrid hasta el cielo
Dejé pasar un momento
Para escuchar los olvidos
Para engarzarme los versos
De esos momentos vividos.
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