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sábado, 30 de julio de 2016

La Calima



A veces el Sahara cruza el Mediterráneo. Volando en brazos del Siroco, las dunas se elevan por el aire y descienden sobre las costas de la Europa peninsular desde Gibraltar hasta Gerona.
Entonces si hay un resquicio de lluvia, la calle, los coches y las veredas se teñirán del ocre nacido en las dunas del inmenso desierto.
Yo he visto llover la arena de la madre de todos los desiertos sobre Valencia, trayendo historias de caravanas, de bereberes y de tuaregs curtidos a través de los siglos desde Aníbal hasta el Al andaluz.

A veces el Sahara cruza el Mediterráneo sin pasaporte, sin visa y sin permiso de residencia para enseñar a los hombres que no somos mas que las criaturas de la madre tierra, que no somos mas ni menos que el polvo de la Calima que va por donde quiere, sin pretensiones y sin restricciones por este mundo redondo en el que habitamos.

miércoles, 27 de julio de 2016

Un viejo libro



Me encontré otra vez buscando mi nombre desde una larga lista de posibilidades en un viejo libro. Un libro de cuando el mundo era nuevo y no alcanzaban los verbos para nombrar todas las maravillas y circunstancias que iban naciendo en tanto la vida iba despertando.
Y me encontré otra vez buscando los rostros de Ali Babá y los cuarenta bribones que florecían entre los nombres. Busqué sensaciones y colores, aromas antiguos y otras menudencias que entonces sonaban y sabían distintas.
Recorrí sus hojas amarillentas como si hubiese pasado el otoño por aquellas páginas y por mis ojos cansados que espiaban detrás de unas gafas graduadas desde un océano de tiempo y de distancia. Y mientras que recorría las hojas de aquél libro, me fui recorriendo los patios, los pasillos y los recovecos del corazón, que se, continuará correteando por los recuerdos de la vieja escuela, y que volverá cada septiembre como las flores de los ciruelos en la primavera austral, cada vez que escuche el sonido de aquella campana que jamás olvidaré


martes, 26 de julio de 2016

Fumando la metafísica



No es día par aguantar gilipollas, para fumar metafísica o para ejercitar la ciencia de la paciencia.
Alguien dejó un camello estacionado al lado de mis malas pulgas, me llovieron infelices felices de estar en su mundo de rosas, justo hoy que la cosa es que llevo un hacha clavada en el cerebelo.
El universo no está para movidas, y aunque pasara Lady Godiva empelotas para invitarme a subir al caballo, me quedo en el inframundo difuso y confuso pero sin florituras.
No es día para aguantar luminosos, así es que al siguiente que pase le regalo un pase para pasar al olvido.
Alguien dejó un filósofo estacionado al borde de mi paciencia con la ocurrencia de que todos somos iguales, que conjunciones astrales y otras giladas afines, que los confines del universo y que otros versos idiotas que suenan en tono de mantras.

Alguien dejo algo parecido a un revolver estacionado en uno de mis bolsillos, y yo estuve a punto de apretar el gatillo.

¿Con que rima la prensa chilena?

¿Con que rima la prensa chilena?

Quien sabe rime con pena
Con lucro o con la censura
Tal vez con sinvergüenzura
Con hipócrita o con traición
Rima con televisión
Que embota cerebro y mente
Con todo ese mar de gente
Sentada frente a una caja
Rima con “cara de raja”
Que cobra por engañar
Que trabaja en ocultar
Las verdaderas noticias
Y rima con la inmundicia
Que enloda el “Cuarto poder”
Rima con tener que ver
Como se ganan el sueldo
Mintiendo en la cara al pueblo
Y protegiendo al poderoso
Rima con lo escandaloso
Que puede comprar el dinero
También con “bicho rastrero”
Que emponzoña y envenena
Con toda su hipocresía
¡Con toda esa porquería

rima la prensa chilena!

lunes, 25 de julio de 2016

Mentiras



Mentía la tele con sus emisoras
Mentiras sutiles, mentiras sonoras

Mentía la radio con sus noticiarios
Mentían las revistas, mentían los diarios

Mentían los ministros, mentía el presidente
Mentían los empleados, mentía el gerente

Mentían los curas con sus crucifijos
Mentían en el nombre del padre y del hijo

Mentían los expertos con sus estadísticas
Mentían los funestos con gracia humorística

Mentían las historias, mentían los cuentos
Mentían durmiendo, mentían despiertos

Mentían las sentencias, mentían los decretos
Mentía Pinocho y mentía Gepetto.


domingo, 24 de julio de 2016

Cientos de miles (de la canción de Daniel Viglietti, “Por todo Chile”)



La televisión tendía su manto de silencio en tanto la calle explotaba en un grito, los indignos sacaban sus perros de presa allá tan al sur de los sueños, mientras la prensa hablaba de tonterías y de tragedias lejanas.
Yo desde mi puesto de vivir escuchaba ese coro inmenso envuelto en hartazgo y esperanza: “No, no, no...no son campanas, no son de muerte, que son de vida, son todo un pueblo de compañeros, todos hermanos, cientos de miles por todo Chile”
Atento el corazón y el oído atravesé el domingo con una pancarta por la ciudad del Cid campeador para marchar junto a mi pueblo.

Después me encontró la noche sacando filo a los verbos y mirando la luna solitaria que sonreía tarareando un canto lejano que repetía: “No ha de bastarnos, queremos todo, lo nunca nuestro, lo siempre ajeno, lo tomaremos..cientos de miles por todo Chile”

viernes, 22 de julio de 2016

Deshojando la lluvia



No se si fue ayer que me fui juntando flores secas por el camino del duende. Llovían canciones pero ninguna hablaba del invierno a pesar de la lluvia, y me perdí como siempre desojando margaritas descoloridas mientras intentaba recordar el camino a casa.
Recuerdo que después de la lluvia los hongos surgían cual paraguas mágicos a los que solíamos poner nombres graciosos antes de arrancarlos para hacerlos bailar como si fueran trompos.

A veces recuerdo el olor a tierra mojada pero jamás conseguí recordar el color de tus ojos reflejados en los míos y no se si fue ayer que tu boca me bautizó el corazón y los besos. Solo se que llovían canciones pero ninguna hablaba de ti a pesar del invierno, y me perdí como siempre deshojando la lluvia mientras intentaba recordar el camino del duende.

viernes, 15 de julio de 2016

El soplido del duende



Ha vuelto el soplido del duende con su campana de llamar a recreo.
Me han dicho que lo han visto pasar con un zurrón cargado de abrazos, despeinando recuerdos y alborotando a los niños de ayer y de siempre.
Ayer no más se calzó sus botas de siete leguas y se escapó hasta mis versos, me susurró al oído a la hora de la siesta estival de este lado del mundo para conminar a mi prosa a hacer de pregón por las cuatro esquinas del mundo, para después perderse de vista por el Mediterráneo camino de casa a bordo de una ilusión de tres mástiles.
Ha vuelto el soplido del duende cargado de abrazos y recuerdos.

¡Promúlguese, comuníquese y archívese en un bolsón de cuero marrón, antes de que las doce campanadas conviertan mis sueños en calabazas!

lunes, 11 de julio de 2016

Día libre



Hoy es un buen día para retar a la muerte, para colgarse de la cola de un cometa y salir por ahí a tocarle la oreja al destino. Para fumarse el “Hindenburg” y beberse el Amazonas a grandes sorbos.
Hoy es un día estupendo para salir a gastar los pecados pendientes, para rifar los restos del alma perdida y decretar el advenimiento de la irresponsabilidad eterna aunque sea solo por hoy.
Hoy es un día fantástico para perderse de vista, para intuirse de lejos sin molestar al delirio y jurarle amor eterno a la primera que pase.
Hoy es un buen día para salir a cambiar el nombre de las calles y regresar a casa cruzando la “Avenida de los locos” esquina de la calle de “Los poemas perdidos”
Hoy es un buen día para salirse de madre, para contravenir la ley de estupefacientes y pedirle fuego a un policía de guardia, para hacer el “ring raje” en el palacio de las cortes y huir en monopatín por el “Pont de fusta” con un “pollo de treinta” oculto en un bolsillo.

Hoy es un día fantástico para olvidar que mañana me tocará pagar contante y sonante todas y cada una de mis desvergüenzas.