Vistas de página en total

sábado, 13 de agosto de 2016

"Reflexioterapia" Noé




Noé

Que la política y la religión se parecen, no cabe duda, ambas nos piden más o menos lo mismo, o sea; creer así por que si, sin haber visto mas que escuetos milagros o haber escuchado de ellos por boca de efusivos profetas militantes.Si nos va bien, es por la gracia de dios, si nos va mal, nos está poniendo a prueba.
No se que habrá pensado Noé cuando se puso a construir el arca, dicen que escucho la voz de dios, tampoco se si desayunó alguna de esas maravillosas “setas” (cogumelos) que te hacen creer cualquier cosa, lo cierto es que contaba con tiempo para perder (ya me gustaría a mi tener todo ese tiempo para dedicarlo a cosas inútiles como construir un arca).
La historia resalta las virtudes de Noé pero sobre todo su fe, o sea, el ser un tipo crédulo, pero no nos dice nada o casi nada de su esposa, que debió de ser una persona con una paciencia a toda prueba, imagínenlo diciéndole a su mujer- “Vieja, escuché una voz que me dijo que hiciera un barco descomunal en el garaje”,. o si no se explica, si yo le digo eso a la mía, a saber la que se monta en casa, me la imagino diciendo-¡Que mierda fumaste pelotudo, por lo menos convida antes de venir a decir boludeces!. 
Es curioso que los cristianos admiren a este personaje tan solo por su fe, nadie dijo nada sobre su dominio de la veterinaria, de la navegación y de la carpintería, porque, el “espíritu santo” le dio las medidas pero no le dijo nada de; como doblar la madera, como conseguirla, donde comprar esa ingente cantidad de madera, donde conseguir la brea y sobre todo, ¡con que plata!. Lo cierto es que después de haber hecho el ridículo además de arruinarse el pobre Noé, lo menos que podía hacer dios era mandar el diluvio. 
Seguramente eso explica que, siendo todos nosotros descendientes de Noé ( porque según la historia fuera del arca no quedó ni el loro), seamos una manga de crédulos dispuestos a escuchar y a votar por cualquier profeta que nos prometa el paraíso después de hacernos vivir en un permanente diluvio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario