Amaneció lloviendo mientras juntaba
las horas, mientras contaba los días para llegar a diciembre y
mientras guardaba las hojas que me ha dejado el otoño.
Junté, conté y guarde los segundos
debajo de un mundo empapado, después salí a buscar un arcoíris que
acaso estuviera enredado en alguna nube.
Las gotas formaban cúpulas sobre los
charcos como si fueran campanas de cristal tan solo para decirme que
aún habré de esperar dos o tres eternidades mas hasta el final de
la tormenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario