Johnny salió de su casa aquella
mañana
Envuelto en la impunidad de la quinta
enmienda
Con una automática que compró en la
tienda
Y una escopeta que le regaló el papá
Después de lustrar sus botas como es
debido
Se fue silbando bajito esa cantinela
Que allá en Minnesota le cantaba su
abuela
De la que en la escuela se burlaban los
críos
Llegó al high school temblando por la
emoción
La mano al gatillo de una Glock 17
Y cual bravo pistolero que se respete
Pateó la puerta y se atrincheró en el
salón
Y Jonny no vio el rostro de sus
compañeros
Aquella mañana de un crudo día de
invierno
Mientras de su Winchester salía el
infierno
Regando el salón de plomo en la vieja
escuela
Al escuchar las sirenas de policía
Se pegó tiro en la sien aquella mañana
Desde la iglesia se oyó la vieja
campana
Dando un réquiem para Johnny en su
último día
Nadie dio una explicación, nadie supo
nunca
Que nube sembró en el pueblo la
oscuridad
La prensa por algún tiempo dio la
noticia
Que se olvidó en el país de la
libertad.
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