Caminé sin rumbo aquella noche.
Los poetas escupían jirones de piel
entre los callejones
Y los callejones escupían poetas.
Nadie salió a saludar ni a despedirse
Pensé para mi; ¿otra vez equivoqué
el camino?
¡De cien posibilidades elijo el mas
largo como siempre!
Cuando quise acordarme había olvidado
el camino de regreso a casa
La calles me daban esquinas impares y
la botella bajaba rápidamente su medida de sed
sorteé veinte pasos de cebra contando
las rayas pero los números primos salían al paso
Y la vereda oscilaba ante mi de
izquierda a derecha y de derecha a izquierda
Intenté repasar en mi mente los besos
que tenía pendientes
Pero pendían sobre mi los olvidos como
espadas de acero
Necesitaba urgente la humedad de unos
labios pero mi cartón de crédito estaba en cero
Repasé una lista imposible de de
imposibilidades solo para descubrir que no me quedaban letras en mi
agenda virtual.
Miré la botella medio vacía y calculé
la cantidad de sorbos por suspiros
Me entregué a mi suerte sin suerte una
vez mas y emprendí el difícil camino de regreso a mi soledad.
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