Tal vez alguno puede imaginar que un
movimiento telúrico es una organización de agrupaciones folclóricas
y podía serlo, sin embargo en este caso se trata del movimiento de
la tierra en forma de;
Sismos; temblores y terremotos.
Para la mayoría de los chilenos un
sismo pasa de ser temblor a terremoto cuando cruza la linea del grado
-5. por eso resulta gracioso escuchar en España cuando dicen que
hubo un terremoto grado -4
Chile esta situado en el cinturón de
fuego del pacífico por lo que son frecuentes estos movimientos
sísmicos. Se puede decir estadísticamente que cada 10 años se
produce un terremoto cercano a los 7 grados y cada 100 uno de grandes
proporciones.
Otro país acostumbrado a los
terremotos es Japón, quizá el mejor preparado de todos, por esto
resulta inverosímil el numero de victimas que produjo cercano a los
10.000 un terremoto de magnitud; 8.9. En tanto un año antes uno de
parecidas características, 8.8 en Chile, apenas superó los 500.
Esto se explica en parte por el
diferente grado de civilidad que existe entre ambas sociedades, en
este caso el menor grado le jugó a la población chilena a favor.
Aparentemente la sociedad japonesa es
una sociedad bien estructurada, los ciudadanos confían en sus
dirigentes. En el caso de la sociedad chilena, que a pesar de ser la
mejor preparada en el concierto latinoamericano en materia de
terremotos, estos desconfían de sus gobernantes o confían a medias
(como en casi todos los países latinoamericanos), saben por
experiencia propia que en algún momento los defraudaran. Este
extraño equilibrio entre confianza y desconfianza fue lo que
permitió a la población chilena desobedecer el mensaje de la
presidenta afirmando que no habría tsunami después del terremoto y
huir casi en su totalidad a las zonas altas para buscar refugio.
Caso contrario les ocurrió a los
japoneses, los que confiando en sus autoridades se entregaron al
desastre con consecuencias catastróficas.
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