La vi salir a Violeta del Luvre
arrastrando arrastrando un tapiz como una cruz.
En la otra mano llevaba una escopeta
apuntando a mi sien.
Yo me preguntaba; ¿puedo comenzar a sonreír
cuando en Chile canten “La alegría ya viene”?
País de penas y olvidos, que todo lo
toma a cambio de casi nada.
País de verdugos disfrazados de gente.
Encorbatados en sus sillas de 500
dolares que valen mas que el salario del pueblo, vendiendo esperanzas
huecas detrás de la foto de Allende.
¿Me creerías si te digo que ayer comí
100 mendrugos sentado junto al sena?
¿Que bailé una cueca en Madrid y me
cociné un pastel de choclo en Valencia?
¿Me creerías si te digo que a pesar
de todo te sigo queriendo aunque decida pasear mis harapos lejos de
ti?
País de penas desmemoriadas y de
olvidos tristes en donde el pehuen se seca con el humo de las bombas
lacrimógenas.
País que encarcela a su pueblo
ancestral y congela su vergüenza austral regalando sus riquezas.
La vi salir a violeta del Luvre y le
pedí el tapiz para volarme la tapa del olvido.
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