Aquella vez salí de yo mi casa muy contento y presuroso
Quería ir a dormir al aire libre mas no fui por si se
aparecía un oso
Quería ir nadar pero no fui por si atacaba un tiburón
Quería ir a la selva y desistí por si me devoraba un león
Quería ir a pasear a la montaña mas no fui por si los lobos
me atacaban
Quería ir al desierto pero tuve miedo de que apareciera un
escorpión
Quería tanta cosa y como es lógico;
¡Me regresé a mi casa y me senté frente a la tele a
devorarme un paquetito de galletas de animales de “zoológico”!
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